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Jueves 15 de Mayo, 2025
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Universidad, ciencia y PyMEs: claves para traccionar el desarrollo productivo en un panel realizado por el IDEPI

En un contexto marcado por transformaciones profundas en el mundo del trabajo, las universidades se enfrentan a un desafío central: formar profesionales en un escenario donde la previsibilidad ha perdido terreno. La velocidad de los cambios tecnológicos, la aparición de nuevos perfiles profesionales, las demandas de capacitación de las pequeñas y medianas empresas, y la necesidad de políticas públicas que fortalezcan los sistemas productivos locales exigen repensar el rol de la educación superior. En este escenario, resulta clave construir una universidad capaz de articular con el sector productivo, dar respuestas a las nuevas realidades laborales y, al mismo tiempo, reivindicar el valor del trabajo humano.

Este enorme desafío impulsó el conversatorio “Ciencia, Tecnología y Pymes Bonaerenses: Políticas Públicas para el Desarrollo Productivo” que organizó el Instituto de Estudios para el Desarrollo Productivo y la Innovación (IDEPI). Un espacio de discusión y diálogo en torno a la importancia de potenciar la transferencia conjunta de conocimientos y tecnologías entre el entramado PyME bonaerense y el sistema científico-tecnológico provincial.

La introducción estuvo a cargo de Ariel Langer, quien reflexionó sobre las políticas de desarrollo industrial tanto a nivel nacional como internacional. El investigador destacó el giro proteccionista que han adoptado recientemente países como Estados Unidos, que han comenzado a implementar medidas activas para proteger su industria nacional y fomentar la producción interna. En contraste, Langer advirtió que el actual gobierno argentino “ha optado por desmantelar las políticas industriales y las herramientas estatales orientadas al desarrollo” lo que, según sus palabras, equivale a “enterrar la política industrial y las políticas activas del Estado”. En sintonía con el discurso de su colega, Alex Kodric complementó estas afirmaciones señalando que el discurso político del gobierno actual va a contramano de las tendencias globales, promoviendo un modelo centrado en la explotación de recursos primarios. Mientras tanto, en otras regiones del mundo se consolida una visión estratégica que vincula el desarrollo científico-tecnológico con la producción y la industrialización como motores del crecimiento económico.

Por su parte, Daniel Cámpora,  presidente de APYME Buenos Aires,  ofreció  una mirada histórica del desarrollo productivo en Argentina, resaltando los momentos clave de la industrialización por sustitución de importaciones en las décadas del ’40 y del ’60, el debilitamiento del aparato productivo durante los procesos de apertura indiscriminada en los años ‘90, y los intentos de reindustrialización con inclusión social durante los primeros años del siglo XXI.

Además, Cámpora aportó datos claves sobre la conformación del sistema argentino de pequeñas y medianas empresas compuesto por 600 mil PYMEs, las cuales emplean al 70% de los trabajadores registrados en nuestro país. El presidente de APYME también habló de la necesidad urgente de que las pequeñas y medianas empresas incorporen ciencia y tecnología como herramientas fundamentales para mejorar su competitividad, sostener el empleo y agregar valor al trabajo humano directo.

Cámpora recordó que  la formación de los empresarios PYME proviene de la escuela técnica pero es necesario que “se ponga en  valor la oferta de capacitaciones y asesoramiento técnico que impulsan universidades como la  UNPAZ, orientadas a acompañar procesos de transformación productiva”.

La directora del Departamento de Economía, Producción e Innovación Tecnológica, Cintia Gasparini, a su turno abordó el panorama de las políticas públicas vigentes orientadas al desarrollo productivo. A nivel provincial, se destacó el rol de los Centros Universitarios PyME (CUP) y los programas de financiamiento del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires, como el Fondo de Innovación Tecnológica de Buenos Aires (FITBA), el Programa Puentes y las líneas de asistencia técnica para clústeres productivos. Políticas que buscan articular esfuerzos entre el Estado, las universidades y el sector privado para promover la innovación, la formación y el agregado de valor.

Sin embargo, se subrayó la ausencia de políticas sostenidas de financiamiento por parte del Estado nacional, especialmente en lo que respecta a líneas de crédito accesibles, subsidios a la innovación y promoción de exportaciones para PyMEs industriales. Esta situación genera asimetrías territoriales y dificulta la planificación estratégica de muchas empresas locales.

Gasparini también aportó datos importantes sobre la composición del sistema productivo paceño que se compone en un 80 por ciento de trabajadores que prestan servicios y destacó que “la Universidad Nacional de José C Paz diseña planes de estudios y piensa en carreras que aporten al desarrollo productivo paceño”.

En un momento histórico donde el desmantelamiento del Estado amenaza con erosionar las bases mismas del desarrollo industrial en nuestro país, los y las investigadoras coincidieron en que resulta imprescindible defender una política industrial soberana, inclusiva y estratégicamente orientada al futuro. Apostar por la ciencia, la tecnología y el entramado PyME no es una consigna ideológica, sino una necesidad concreta para reconstruir una Argentina con trabajo digno y autonomía económica. En este contexto, las universidades públicas, las pymes y el sistema científico-tecnológico se alzan como pilares fundamentales de una alternativa posible y urgente: un proyecto de país que recupere la planificación, la producción y la justicia social como ejes del crecimiento.