El 29 de mayo del año 1969, en la ciudad de Córdoba, se produjo una insurrección popular en contra de la dictadura de Onganía: el llamado “Cordobazo”. Participaron mayoritariamente obreros, aunque también estudiantes, que se enfrentaron al aparato represivo de sectores del ejército. Tras el Cordobazo, Agustín Tosco fue condenado a ocho años de prisión por un tribunal militar en los penales de La Pampa y Rawson, pero recuperó la libertad a los diecisiete meses.

En reconocimiento a su papel como representante de los trabajadores y su activa participación política, fue invitado a la asunción del presidente chileno Salvador Allende en 1970.

En 1972 fueencarcelado y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Aun estando en la cárcel fue elegido dirigente máximo de su sindicato y Secretario General Adjunto de la CGT regional.Tras la victoria del peronismo en el año 1973, Tosco comenzó a ser perseguido por la organización paramilitar “Triple A”. Se sumó a esto la intervención del sindicato de Luz y Fuerza, por lo que en el año 1974 debió pasar a la clandestinidad. Gracias a la solidaridad de muchos y variados compañeros de Luz y Fuerza, y gente simpatizante con su lucha pudo vivir oculto en distintos lugares del país, pero no pudo seguir tratando su enfermedad, que se fue agravando.

Finalmente, murió en la clandestinidad. Hacía dos años que no se encontraba con su mujer y su hijo.

Dijo Agustín Tosco:

“No importa la cantidad de tiempo que debamos estar detrás de las rejas, lo que importa es la actitud que asumimos en la prisión… por que un hombre en la prisión puede ser doblegado, puede ser quebrado en su espíritu… pero si uno lleva bien adentro la convicción de la lucha obrera y popular, cuando se encuentra en la cárcel siente el orgullo de mantener su dignidad, porque esa es la dignidad de los compañeros que están afuera.”